En la reunión de política monetaria de noviembre de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), se espera que la Fed no cambie las tasas de interés, manteniéndolas en el rango del 5,25% al 5,5% por segunda reunión consecutiva. Sin embargo, las expectativas del mercado sobre cuándo se producirá la primera reducción de tasas se mantienen inciertas. La fortaleza de los datos macroeconómicos y del mercado laboral ha dificultado la posibilidad de una pausa en el ciclo de alzas de tasas o incluso un recorte de tasas para aliviar la carga de préstamos para los ciudadanos.

A pesar de que la inflación se mantiene alta, con una lectura del 3,7% en septiembre, la Fed no puede descartar completamente una última subida de tasas de 25 puntos básicos que ya se había insinuado. La economía y el mercado laboral siguen mostrando resistencia, lo que complica que los funcionarios de la Fed puedan anunciar un recorte de tasas que alivie la carga de los préstamos a los ciudadanos.

La incertidumbre sobre la fecha de los recortes de tasas persiste, a pesar de que las previsiones apuntan a recortes en 2024. La Fed no está dispuesta a comprometerse a recortes de tasas, y los fuertes datos macroeconómicos están nublando la visión del mercado en este sentido.

El aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro en las últimas semanas ha contribuido a la incertidumbre. Este aumento está haciendo parte del trabajo de la Fed, ya que puede mitigar la necesidad de nuevas subidas de tasas oficiales. El mercado también está prestando atención a las condiciones financieras más estrictas que han resultado de este aumento de los rendimientos de los bonos.

En general, la Fed parece mantener una postura cautelosa y no dará señales claras sobre futuros recortes de tasas en esta reunión. La atención se centra en cómo el presidente Jerome Powell equilibrará los fuertes datos económicos con la presión del mercado para reducir las tasas. A medida que los rendimientos de los bonos a largo plazo continúan aumentando, es probable que la Fed espere y evalúe si su política actual es lo suficientemente restrictiva para controlar la inflación. La incertidumbre sobre cuándo se anunciarán los recortes de tasas persiste en los mercados.